lunes, 8 de octubre de 2012

La trampa del trigo y el gluten.

El trigo que consumían nuestros antepasados era muy distinto al que ingerimos en la actualidad, tanto en forma, calidad como antigenicidad. Hasta el siglo XIX, el trigo se mezclaba por lo general con otros cereales y frutos secos. Es sólo desde hace 200 años, cuando se comenzó a moler el trigo hasta convertirlo en harina blanca refinada de trigo con un alto contenido en gluten

Habitualmente, el trigo que la gente consume ya no ha sido molido en molinos de piedra a partir de salvado de trigo, como antaño. A la mayoría de los que estamos vivos hoy nos han alimentado a diario mediante productos elaborados con harina blanca de trigo desde que contábamos con pocos meses de vida, antes de que el recubrimiento interior del intestino estuviesepreparado para filtrar el paso al torrente sanguíneo otra cosa que no fuera la leche materna.

En la actualidad, la proporción de gluten en el trigo ha aumentado desmesuradamente gracias a la hibridación. La palabra gluten deriva de la palabra griega que significa pegamento, y sus propiedades elásticas y adhesivas son las que hacen que una rodaja de pan o un trozo de pastel no se desmenucen. Pero cuando ese “pegamento” entra en contacto con los intestinos interfiere con el metabolismo y absorción de nutrientes de los alimentos que componen esa comida. Y como no tiene casi ningún valor nutricional en sí mismo, poco beneficio obtenemos con dicha comida. Incluso las personas que no padecen alergia al trigo están introduciendo en su intestino un pedazo pegajoso que provoca estreñimiento, considerándolo una comida nutritiva. La menor de las reacciones al trigo en una persona es una sensación constante de leve fatiga. De hecho, arruinamos cada una de las comidas del día con uno de los alimentos con más antígenos que hay en el planeta.
¿Por qué ocurre todo esto?
El gluten, una proteína grande y compleja, y especialmente la parte llamada gliadina. La gliadina es una glicoproteína (proteína unida a un glúcido) presente en el trigo y otros cereales del género Triticum. Gliadina y glutenina intervienen en la formación del gluten y son necesarias para que la harina se eleve durante su cocción.
Sus propiedades similares a los opiaceos, que aumentan el apetito en algunas personas,  debido a que intervienen en el control de la cantidad de comida que ingerimos. Esto sucede de forma similar en las adicciones.

Por tanto, los adictos a la comida (en especial al trigo) se sienten bien cuando toman estos alimentos y sufren abstinencia cuando los eliminan. Cuando digerimos el trigo, se liberan exorfinas funcionan como endorfinas y relajan el sistema nervioso central, incluso durante la digestión cuando se producen péptidos gastrointestinales.

Enfermedades relacionadas:

En primer lugar, está relacionado con enfermedades como artritis reumatoide, lupus, esclerosis múltiple y cáncer como linfoma pueden derivarse de casos graves de enfermedad celiaca o sensibilidad extrema al gluten, en el peor de los casos. En el resto de casos, se presentan síntomas como diarreas sin ninguna causa, gases e hinchazón intestinal, dolores musculares vagos, infertilidad o confusión mental. 
En segundo lugar, se han relacionado enfermedades como el autismo y esquizofrenia, debido a las exorfinas producidas a través de la digestión del trigo. Esta relación surge, porque se cree que por la permeabilidad intestinal que produce el gluten, las exorfinas pueden llegar al cerebro y alterar las funciones cerebrales.
Por último, dependiendo del tipo, también afecta a las personas con anafilaxia, asma y urticaria. Un dato interesante: hasta 2 años se tarda en conseguir no presentar antígenos con una dieta libre de gluten.

¿Entonces, cuál es la solución más practica?

Sin ninguna duda alejarnos del trigo en nuestra alimentación, con el premio de que no solamente perderemos peso, sino que también es más fácil luchar contra numerosas enfermedades y síntomas. A parte de los ya citados, tenemos: diabetes tipo 2, artritis, intestino irritable, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, depresiones, inflamación abdominal, etc.

Resumiendo:

- El trigo de antaño no es igual que el trigo moderno, ya que contiene gluten en exceso.

- El consumo crónico de gluten, puede acarrearnos una gran serie de enfermedades y síntomas.

- El gluten interfiere con el  metabolismo y la absorción de nutrientes.

- Deberíamos eliminar  completamente el gluten de la dieta.



FUENTES:

www.dietametabolica.es

www.megustaestarbien.es









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