martes, 9 de octubre de 2012

La importancia del ratio Omega 3 / Omega 6.

Como vimos en entradas anteriores tanto los ácidos grasos Omega-3 como los Omega-6 son nutrientes esenciales, es decir, el organismo no es capaz de producirlos por sí mismo, y tenemos que incluirnos en nuestra alimentación. Los Omega-3 se componen de EPA (ácido eicosapentaenoico), DHA (ácido docosahexaenoico) y ALA (ácido alfa-linolénico) y junto con los Omega-6, componen una serie de  ácidos grasos poliinsaturados necesarios para la síntesis de prostaglandinas y otros reguladores fisiológicos.

Aparte de ser imprescindibles, una alimentación rica en Omega-3 tiene beneficios adicionales sobre la reducción de la inflamación (propiedades anti-inflamatorias), riesgo de enfermedades crónicas, sobre todo sobre las cardiovasculares o coronarias, cáncer, diabetes y artritis. También resulta importante en la mejora sobre  funciones cognitivas y conductuales. Unos niveles bajos de Omega-3 pueden causar trastorno por déficit de atención, trastorno bipolar, esquizofrenia y depresión. Resultan esenciales para un correcto desarrollo fetal y una óptima respuesta inmune en niños, incluyendo una disminución en la incidencia de alergias en bebés.

Los Omega-6, por su parte,  ayudan en las funciones cerebralessalud ósearegulan el metabolismo y favorecen el crecimiento del cabello y regeneración de la piel entre otros efectos. Un tipo de Omega-6 de los más necesarios, es el ácido linoleico que se convierte en ácido gamma-linolénico (GLA) y luego en ácido araquidónico (AA) muy relacionado con alergias, hipertensión arterial, neuropatía diabética, artritis reumatoide, osteoporosis, síntomas de la menopausia y el síndrome premenstrual (SPM).

¿De dónde se obtiene el Omega-6?

De cualquier alimento vegetal con el que se pueda hacer aceite, es decir, semillas, frutos secos, etc. Aquellas personas que consumen aceites vegetales de semillas y/o frutos secos suelen consumir demasiado Omega-6 que en exceso se vuelve pro-inflamatorio y puede promover la aparición de asmaenfermedades cardiovasculares, autoinmunesneurodegenerativas.

¿De dónde se obtiene el Omega-3?

El Omega-3 es diferente según su fuente de procedencia (animal o vegetal). Si proviene de fuentes animales, su transformación en otros ácidos para poder aprovecharlos es sencilla. Por otra parte, si proviene de fuentes vegetales, necesitan una transformación metabólica más compleja antes de convertirse en aprovechables.

Por ello, el Omega-3 de semillas y frutos secos (cáñamo, lino, calabaza, nueces y semillas de chía) de verduras de hoja verde (calabacín, mejorana) algas y aguacate tienen menor valor biológico. Y sin embargo, el Omega-3 de pescados y mariscos, carne de vaca, cordero, cabra, codorniz... es la mejor opción por tener un valor biológico más alto.

Entonces, ¿qué ocurre con estos ácidos grasos esenciales?

Teniendo en cuenta que lo óptimo es que el ratio de Omega-3/Omega-6 sea 1:1 (1mg de Omega-3 por cada 1mg de Omega-3), si consumes aceites vegetales (girasol, soja, maíz) tu consumo estará en torno a un 15:1 – 16,7:1 (partes de Omega-6 por cada 1 de Omega-3). Pero lo primordial, tanto para prevenir como para curar enfermedades crónicas, es mantener un ratio bajo, algunos ejemplos:

- En la prevención de enfermedades cardiovasculares, una proporción de 4:1 se asoció con una disminución del 70% en la mortalidad total.  
- Una relación de 2,5:1 reduce la proliferación celular en pacientes con cáncer colorrectal aumentarla a 4/1 no tuvo efectos.
- La menor proporción de Omega-3/Omega-6 en mujeres con cáncer de mama se asoció a un menor riesgo.
- Una proporción de 2-3:1 suprimió la inflamación en pacientes con artritis reumatoide.
- Una proporción de 5:1 tuvo un efecto beneficioso en los pacientes con asma empeorando si aumentaban a 10:1.

Otra gran desventaja de los aceites vegetales es que se vuelven inestables y, tanto el contacto con el aire (oxigeno) como el calor, los enrancian rápidamente. Por todos estos motivos, los aceites de semillas o frutos secos no son adecuados ni para su consumo ni para utilizarlos para cocinar.

Si quieres tener una salud óptima aumenta tu consumo de Omega-3 (sobre todo animal), mediante salmón, sardinas, truchas, anchoas… y excluir de tu alimentación alimentos ricos en Omega-6, como aceite de girasol, maíz, soja… y no abusar de los frutos secos.

Resumiendo:

- Los Omega-3 y los Omega-6 son ácidos grasos esenciales, es decir, el cuerpo no puede fabricarlos por sí mismo.

- El Omega-3 es antiinflamatorio (reduce la inflamación), mientras que el Omega-6 es                     pro-inflamatorio (aumenta la inflamación).

- La relación óptima entre Omega-3 y Omega-6 debe ser 1:1 (1mg de Omega-3 por cada 1mg de Omega-6).

- Utilizar aceites vegetales (girasol, soja, maíz…) descompensa nuestro ratio, por lo que tenemos que evitarlos al máximo.



FUENTES:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18408140

www.megustaestarbien.com


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